martes, 12 de octubre de 2010

El tiki-tiki llega al bolso

Juan Ramón Carrasco se convirtió en el técnico de Nacional. De esta manera, el entrenador que pregona el buen fútbol, retornó al club que lo vio nacer como futbolista, allá por 1973.

Su gran labor al frente de River Plate lo catapultó, para hoy ocupar el banco de suplentes del tricolor. El equipo que formó tuvo su pico máximo de rendimiento cuando el año pasado alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana y cayó derrotado frente a quien finalmente resultaría campeón: La Liga de Quito.

Carrasco le puede aportar a Nacional el fútbol que tanto necesita. Una idea de juego clara puede traer orden al elenco tricolor que, sin dudas, tiene buena materia prima y uno de los mejores planteles del fútbol uruguayo.

JR se convirtió en un personaje pintoresco de la liga uruguaya. Su charla técnica en River, en la que habla de tratar a la pelota como a una amante lo pinta de cuerpo entero. Pero más allá de su romanticismo delirante, él es un verdadero exponente del tiki-tiki, no como Ángel Cappa que propone buen fútbol de la boca para afuera y queda en deuda adentro de la cancha.

El ex técnico de la celeste y de River cumple un sueño al llegar a dirigir al club de sus amores, en el cual tuvo seis etapas como jugador. A pesar de que en muchas oportunidades ser hincha del club que se dirige es un crédito extra para el entrenador, en el caso de Carrasco hay muchos simpatizantes de Nacional que se resistieron a su contratación. JR no entró en polémica y pidió: "Por el bien de Nacional que me apoyen los que me quieren y los que no nos quieren".

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