miércoles, 13 de octubre de 2010

Un guerrero que impone respeto

Diego Pérez marca en el medio como con cara de pocos amigos. Sus ojos se ven rojos y parecen inyectados con sangre. Sus dientes apretados hacen imaginar un cuchillo entre ellos. Su rostro sobrepasa el estado de concentración para dar forma a una expresión aguerrida de locura.

Cuando fija su mirada en la pelota hace dudar a cualquiera de ir a trabar con él. No es el típico héroe del fútbol, es más, es rústico y no tiende a jugar con la pelota en su poder. Pero sus limitaciones técnicas no opacan su sed de gloria y su vehemencia para pelear en cada jugada como si fuera la última.

Diego Pérez carga cual mochila, con el peso de la camiseta con más historia en la selección uruguaya. La mítica número 5, la que uso Obdulio Varela, la que debe enaltecer al mito de la garra charrúa.

La gloriosa herencia que conlleva el usar la 5 uruguaya le aporta un plus a quien la utiliza que solo puede explicarse metafísicamente. El actual volante central de la celeste calza justo en las vestiduras de su casaca y afila sus botas pensando en Brasil 2014, cuando sea la hora de afilar los colmillos y, porque no, reeditar algún hecho de 1950.

1 comentario:

  1. que grande Regueiro como gano en la encuesta. Un crack! Va en los pasos de Forli.

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